Nosotras somos una maravillosa
creación de Dios.
Nosotras hacemos muchas cosas: estudiamos, cocinamos, trabajamos, hablamos, lloramos, decoramos, administramos, educamos, escuchamos, abrazamos…
Pero todas estas acciones son manifestaciones o expresiones de lo que somos: compañeras y ayudas idóneas.
-Y dijo Dios: no es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.-
Génesis 2:18
La palabra ayuda puede incomodarle a nuestro YO, como incomoda una piedra en el zapato. A nuestro YO le encanta el papel protagónico y se resiste a algo que no sea, simplemente, el primer lugar, (ser como Dios; Génesis 3:5).
Si somos una ayuda es porque hay alguien a quien ayudar... Pareciera que este es un trabajo de segunda: alguien hace algo importante y yo soy la ayudante.
Sin embargo, ningún trabajo queda tan bien hecho como cuando interviene un(a) ayudante idóneo(a). Existimos para Dios, en primer lugar (Romanos 11:36) y para otros, en segundo lugar (Fil 2:3). Una ayuda no es feliz viviendo para sí misma; simplemente no va con su esencia, con su diseño, con su llamado.
La esposa es ayuda idónea de su esposo, especialmente en su soledad. (no es bueno que el hombre esté solo). Después de Dios, él es su prioridad.
Nuestro ser femenismo fue diseñado, creado y dotado especialmente para ayudar y esto se aplica a muchos otros escenarios además del matrimonio.
Piensa y haz una lista; ¿de qué manera eres ayuda para otros? Esposo, hijos, padres, hermanos, nietos, sobrinos, tíos, en el trabajo, en la iglesia, en otros contextos (colegio, universidad, algún grupo e que haces parte, etc). Piensa en el llamado y ministerio del Señor Jesús al venir a este mundo haciéndose siervo.
Lee estos versículos:
Nosotras hacemos muchas cosas: estudiamos, cocinamos, trabajamos, hablamos, lloramos, decoramos, administramos, educamos, escuchamos, abrazamos…
Pero todas estas acciones son manifestaciones o expresiones de lo que somos: compañeras y ayudas idóneas.
-Y dijo Dios: no es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.-
Génesis 2:18
La palabra ayuda puede incomodarle a nuestro YO, como incomoda una piedra en el zapato. A nuestro YO le encanta el papel protagónico y se resiste a algo que no sea, simplemente, el primer lugar, (ser como Dios; Génesis 3:5).
Si somos una ayuda es porque hay alguien a quien ayudar... Pareciera que este es un trabajo de segunda: alguien hace algo importante y yo soy la ayudante.
Sin embargo, ningún trabajo queda tan bien hecho como cuando interviene un(a) ayudante idóneo(a). Existimos para Dios, en primer lugar (Romanos 11:36) y para otros, en segundo lugar (Fil 2:3). Una ayuda no es feliz viviendo para sí misma; simplemente no va con su esencia, con su diseño, con su llamado.
La esposa es ayuda idónea de su esposo, especialmente en su soledad. (no es bueno que el hombre esté solo). Después de Dios, él es su prioridad.
Nuestro ser femenismo fue diseñado, creado y dotado especialmente para ayudar y esto se aplica a muchos otros escenarios además del matrimonio.
Piensa y haz una lista; ¿de qué manera eres ayuda para otros? Esposo, hijos, padres, hermanos, nietos, sobrinos, tíos, en el trabajo, en la iglesia, en otros contextos (colegio, universidad, algún grupo e que haces parte, etc). Piensa en el llamado y ministerio del Señor Jesús al venir a este mundo haciéndose siervo.
Lee estos versículos:
- Filipenses 2: 5-8
- Marcos 10:45
- Juan 13:1-17
¿Encuentras que la actitud
de una ayuda? es en varios sentidos la misma
actitud de una sierva, así como lo fue el Señor
Jesús?
Si alguna vez has orado al Señor diciéndole que
quieres ser cada vez más como El, y le has pedido
que transforme tu vida a Su imagen,
Su primera
respuesta es: por supuesto que lo haré: serás una ayuda!.
Este es el medio que he escogido para
formar en ti
Mi carácter para la gloria de Mi
nombre!
Lee Juan 12: 24-25
Nunca eres más feliz que cuando vives la paradoja:
MORIR PARA VIVIR; es tu esencia, para eso fuiste
diseñada.
La próxima vez que pienses o veas las palabras:
AYUDA, regocíjate al saber que en ese llamado
celestial, está escondido el propósito de tu vida, y
que tu Padre te está conformando a Su imagen,
preparándote para el inigualable momento de tu
encuentro cara a cara con El. Solo entonces
sabrás… que valió la pena!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario